Filosofía, política, literatura.

jueves, 16 de mayo de 2013

La doctrina del placer de Epicuro en paralelo al marxismo


La pretensión de este ensayo es buscar un paralelismo entre la doctrina del placer epicúrea y la filosofía marxista. Más concretamente, entre los conceptos de placer katastemático, cinético y gástrico en Epicuro y la alienación, la lucha de clases, y la conciencia en Marx.

Para Epicuro la base de la que partía la posibilidad del placer, era el placer gástrico, es decir, la ausencia de hambre. Es la condición necesaria que permite el acceso a los demás placeres. El primer paralelismo residiría en este concepto, pues “no se crea conciencia de clase sin la barriga llena”. Sin eliminar la más básica de las necesidades humanas, que es la de poder alimentarse, se convierte en imposible que se pueda tomar conciencia de la realidad, y por tanto de la explotación que el sistema capitalista esgrime sobre la clase obrera.

Mi segunda intención es relacionar el placer katastemático con la lucha de clases. Después de solventar el problema del hambre, la ausencia del dolor, es decir, el placer katastemático es el segundo punto para llegar a la felicidad. Trasladando esto al marxismo entenderíamos la ausencia de dolor, como la ausencia de lucha de clases, es decir, la superación del capitalismo hacia el socialismo como la consecución del placer katastemático. Ya no hay situación de explotación, ya no hay dolor, porque ya no hay clases, y lógicamente ya no hay lucha.

Por tanto se acaba con la alienación, el trabajador consigue el dominio de de los medios de producción y se libera del determinismo económico que le hacía trabajar no para sí, sino para los intereses del capitalista.
Esta liberación del determinismo económico le permite aspirar a la realización individual de sí mismo mediante el trabajo. Aquí establecemos el último paralelismo: los placeres cinéticos complementan, pero no intensifican el placer katastemático. Entenderíamos pues, que la realización individual del ser humano mediante el trabajo, es el complemento de la consecución del socialismo y la abolición de las clases sociales.

Es decir, la consecución del socialismo abre la puerta a la realización del ser humano, de la misma manera que la consecución del placer katastemático abre la puerta al placer cinético.