Filosofía, política, literatura.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Malvivir, vivir.


La fama no está hecha para mi. Yo soy un tipo sencillo. Donde otros buscan oro, yo me conformo con el pan para comer. Que no busque el oro, no significa que yo sea conformista, significa que no quiero vivir por encima de nadie, y que prefiero que todos vivamos a la misma altura. Imagínate lo inconformista que soy. Loco para algunos, otros me llamarían blasfemo; yo creo que es lo normal, lo natural, lo justo, pero bueno, allá cada uno con su conciencia. De momento la mía seguirá tranquila.

Y en eso se resume mi vida, vivir con lo justo, lo necesario, siempre al límite. Porque como dicen ciertos chicos del sur, “vivimos malviviendo” pero realmente, vivimos, y en cierta medida somos felices, con poco.