Filosofía, política, literatura.

martes, 19 de junio de 2012

Nocturnidad y alevosía

Escribo con nocturnidad y alevosía. Con tranquilidad y mente fría. Cogiendo un cuadro ya pintado y garabateando encima, esquemas y flechas que se cruzan y se lian. Inentendible arte para quien no sabe leer entre líneas, para el interesado y cauto, el pan de cada día. No hay amor sin mentira, ni muerte sin rutina. Escribo mi vida, sangre como tinta de papel suicida.

lunes, 18 de junio de 2012

Juegos de supervivencia

Efímero, sin valor. Ecuaciones de confuso resultado. Sudando la droga de ayer en camas ajenas. Viajes de vicio y de rabia, historias de final inconcluyente. Actores de thriller erótico, guión improvisado escrito a trazos de uñas marcadas. Desenlaces de cigarros y ventanas, de calor ausente en el pecho, de vístete tan rápido como te desnude, que tengo prisa por perderme; y nos vemos en el siguiente eclipse.

viernes, 15 de junio de 2012

Noches y pulmones hundidos

Asfalto y edificios,
charlas de vicio y altura.
Vértigo, locura;
amor y poesía dura.

Miradas al infinito,
estrellas y humo.
Un santuario y un momento oportuno.

Druidas entre elixires;
mártires, verdugos.

La ciudad que nos vacía,
paciencia y resistencia
ante las cadenas del mundo.

miércoles, 6 de junio de 2012

Las cosas a medias


 Un día fui a decirte mi nombre y no pasé del hola. Al siguiente fui a cruzar tu sonrisa, y me quedé a un centímetro de tus labios. Quería ahogarme en tu lago y me quedé dibujando círculos en tu ombligo. Pretendía dar la vuelta al mundo y solo me asomé por la ventana. Intenté cantarte una canción, y ni siquiera había compuesto la letra. Después fui a escribirlo todo en un libro y lo guardé en un cajón con solo dos páginas.
Pasado un tiempo, pensé en dormir toda la noche, y acabé volviendo por la mañana de la mano del sol, pero en este mundo no todo gira alrededor de él.

No terminar nunca lo que empiezo, es lo que más odio de mi mismo y, ahora solo se que haga lo que haga, probablemente me quede a mitad de camino.

lunes, 4 de junio de 2012

Edificios, ventanas, luces.

Desde la ventana del quinto veo los coches pasar, la gente cruzar; es una bonita noche. Una nueva perspectiva, el cambio que necesitaba. La vida geométrica entre parques, edificios; personas, o más bien robots, estresados, llegándo tarde al trabajo. Mecánica, rutina, angustia. Pero no bajo mi piel, ese es el mínimo consuelo. Gracias a ello escribo esto. Libre, dentro de mi celda de pesimismo.