Filosofía, política, literatura.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Una contraportada cualquiera


Ojeando páginas antiguas, uno se da cuenta de las estupideces que puede llegar a escribir en su libro.
Mientras relleno la hoja en la que estoy, se que al comienzo de la siguiente, me diré, serás imbécil… O eso llevo haciendo desde hace un par de capítulos.
Pero soy de los que piensa que borrar tus propias palabras es más estúpido aún. No hay gomas en mi casa, solo ejércitos de lápices que me emboscan los domingos.
Cuando acabe este best seller será lo que quede de mi. Porque yo soy solo tinta. Y vosotros solo sois ojos.

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